martes, 16 de febrero de 2010

Apocalíptico


Texto y Fotos. El Periodista Iracundo


Temascaltepec, Estado de México.- La tarde del jueves 4 de febrero ya se sumaban cuatro días de lluvias, que si bien no eran intensas, no dieron un sólo minuto de respiro en la parte sur de la entidad mexiquense.

Sumado a la tala clandestina ocasionó que el agua no se pudiera filtar en la zona boscosa entre los Municipios de Zinacantepec y Temascaltepec, lo que generó que la tierra se reblandeciera y grandes pedazos de cerro, entre piedras, árboles, lodo y agua cayeran sobre la carretera Toluca - Ciudad Altamirano y se siguiera de largo hasta la comunidad de Mesón Viejo.

Para mala fortuna, varios automovilistas que en esos momentos pasaban por la zona, fueron arrastrados por el alud varios cientos de metros abajo, para terminar enterrados en el lodo que se estancó en el Mesón.

Cálculos de los pobladores dicen que fueron entre 20 y 25 coches los que se llevó el deslave; sin embargo, la cifra es inexacta, así como el de personas que resultaron atrapadas, aunque los números oficiales nos indican 12 muertos y dos desaparecidos, de quienes se tiene conocimiento.

Desde las primeras horas del viernes 5, equipos de rescate del Ejército mexicano, de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE), de Protección Civil del Estado de México y, sobre todo, gente de Mesón y de otras comunidades cercanas, comenzaron la búsqueda de víctimas y la remoción de lodo, piedras y troncos.

Estos trabajos fueron intensos durante todo ese fin de semana, inclusive el lunes 8 todavía seguían máquinas y familiares de los dos desaparecidos removiendo cada piedra, cada tronco y cada centímetro de fango para encontrar a sus consanguíneos.

Durante mi cobertura en el lugar, puedo contarles que la escena era apocalíptica, desde la carretera, a la altura del km 30, el cerro se partió y el agua seguía descendiendo hacia el barranco, continuando su camino hacia Mesón.

Héctor López García, habitante de San Antonio Buenavista, quien estaba cerca de terminar la carrera de derecho, y Luis Alberto Ortega Almazán, de 24 años, un pobre vendedor de fierro viejo que vivía en Tlachaloya y padre de un niño de dos años y otro de 3 meses, también fueron víctimas fatales del desgajamiento del cerro. Familiares, amigos y vecinos no cegaron en esfuerzos para encontrar su cuerpos, pero el trabajo fue en vano.

Para fortuna de los pobladores de Mesón Viejo, nadie de este lugar murió por el evento, sólo fueron daños en terrenos de cultivos de papa y chícharo, dos casas dañadas y 25mil truchas muertas fueron los resultados negativos en el lugar.

Dominga López contó que en toda su vida jamás había llovido en febrero, por lo que estas lluvias les cayeron de sorpresa, y más aún que el cerro se les viniera encima.
Ernesto Jaramillo, Presidente Municipal de Temascaltepec, me comentó una frase que resume a la perfección lo sucedido en Mesón Viejo, en La Peñuela, Chalco, Neza, El Arenal, Ecatepec, Angangueo y otros tantos lados.
"La naturaleza nos está cobrando cada una de las que le hemos hecho".

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